En Huancavelica también se tiene varios personajes ilustres, que han destacado con el tiempo en todo el Perú, esto demuestra que no importa el lugar de donde eres, siempre puedes llegar a ser lo que quieres o destacar entre las demás personas. Este por esto que estas personas llegaron a ser catalogados personajes ilustres por muchos pobladores de su región.

Celestino Manchego Muñoz

Considerado un héroe regional, Celestino Manchego, nacido en Castrovirreyna, fue un batallador abogado descentralizador huancavelicano incorporado a la vida política desde 1916, cuando fue electo alcalde de Huancavelica. Su buen desempeño en el cargo le valió ser relegido en el año siguiente. Su vida política recién empieza, sin embargo, en el congreso, donde fue suplente por la provincia de Huancavelica en 1917, y actuó en las filas de la oposición al gobierno de Pardo. Fue designado jefe del partido constitucional en Huancavelica, aunque en 1918 inicia un acercamiento a los comités liguistas provinciales. Duran su estancia en la cámara de diputados, Manchego defendió con ardor, una y otra vez, su proyecto sobre el voto femenino, tema que por primera vez ingresaba a debate dentro de nuestra historia parlamentaria.

Celestino Manchego Muñoz

Durante el gobierno de Leguía, de quien ya era activo colaborador obtiene una curul como diputado por Castrovirreyna, además de participar en las sesiones para la elaboración de la Constitución de 1919. Su papel protagónica le permitió ser elegido segundo vicepresidente de la cámara de diputados. En 1922, la Sociedad Geográfica de Lima, institución de alto prestigio científico, lo incorpora como socio activo. Apasionado en su prédica, Manchego consigue en el congreso que el proyecto ferroviario Huancayo Ayacucho tuviera como destino final la ciudad de Huancavelica. Inaugurado en 1926, el ferrocarril por que tanto abogó pasó a llamarse Tren Macho.

Daniel Hernández Morillo

Uno de los grandes genios de la plástica peruana, nació el 12 de agosto de 1856 en la hacienda Hurpay. Su talento obtuvo rotunda consagración en Europa y América, lo que fue ampliamente reconocido en el país, encargándole el entonces presidente José Pardo la fundación de la Escuela de Bellas Artes.

Daniel Hernández Morillo

Su educación se inició en Lima a los 4 años, por decisión de sus padres, el ciudadano español José Leoncio Hernández y Basilia Morillo. Diez años más tarde sus condiciones artísticas, guiadas por el maestro italiano Leonardo Barbieri, ya eran destacadas, hasta el punto que su cuadro La muerte de Sócrates, realizado a los 16 años, despertó admiración unánime.

En 1875 llegó a París, donde otro pintor peruano, Ignacio Merino, le aconsejó estudiar en Roma. Hernández atendió el consejo y tras 11 años de estudios en Roma (donde tuvo que vender sus cuadros a negociantes para poder mantenerse) volvió a París, donde ya sus obras se habían hecho conocidas, logrando allí un mayor Impulso para su carrera artística. La Sociedad de Artistas Franceses lo incorporó entre sus miembros, mientras que importantes museos adquirían sus obras. Su cuadro El amor es cruel ganó medalla de plata en la Exposición Universal de París, en 1900, y Francia lo premió con la Legión de Honor.

Además de temas costumbristas, retratos y paisajes, Hernández se dedicó especialmente a los géneros de retrato y desnudo, en los que logró efectos originales. En 1918 el presidente Pardo lo Invitó a establecer en Urna la Escuela de Bellas Artes, que se inauguró el 15 de abril de 1919, en el antiguo local del Convento de Las Recogidas. Siguió ganando fama como retratista y sus cuadros de Bolívar y San Martín se conservan en la Sala de Sesiones del Congreso.

Ernesto Baertl

Hacia la segunda década de 1900, cuando la minería Iniciaba una nueva etapa en nuestro país, época en que los medios de comunicación eran tan primitivos que se requerían días enteros para llegar a las lejanas minas, surgió la figura de Baertl, emprendedor profesional egresado de la entonces Escuela de Ingenieros, en 1915. Baertl fue uno de los que más se esforzó en forjar la industria minera de Huancavelica.

Ernesto Baertl

Su primer viaje y experiencia lo hizo a lomos de una muía durante tres días, desde Huancayo, para llegar al asiento minero de Santa Inés, donde ocupó el primer puesto de ingenieros de la compañía. Ese año, 1916, se explotaban allí 200 quintales diarios de mineral de plata, que eran transportados desde las minas en 200 llamas. Su trabajo prosiguió en condiciones similares durante cinco años, aunque a veces Iba hacia Huancayo a tomar el tren, o hacia Pisco, para tomar el vapor a Lima.

Tras un paréntesis de 21 años, Baertl regresó a Castrovirreyna, esta vez en autocarril hasta Huancavelica y de allí en camión hasta Santa Inés. En esta segunda etapa organizó la Compañía Castrovirreyna Metal Mines, utilizando como base la mina de Quispisisa, así como la Corporación Minera Castrovirreyna utilizando las minas de Caudalosa

Zein Zorrilla

Zorrilla nació en Huancavelica el año 1951, es uno de los más interesantes prospectos de narrativa peruana de la generación de 1970. Su obra se centra en los fenómenos procedentes de la “Andinización” de la costa y el impacto de esos cambios en el Perú contemporáneo. Premio internacional de novela La Ciudad y los Perros, y sus ensayos sobre Vargas Llosa como de Ribeyro muestran la importancia del trabajo de Zein Zorrilla.

Zein Zorrilla

Como ven los personajes ilustres de Huancavelica destacaron en diversas áreas, siguiendo por lo general lo que amaban y les inspiraba seguir en su vida, es muy buen consejo hacer lo mismo ya que solo así podemos llegar a un buen nivel de felicidad en nuestras vidas.